El tiempo nos permite mantenernos sin arrugas en los ojos hasta cierta edad de madurez, que puede cambiar un poco de una persona a otra, dependiendo de muchos factores externos, e incluso simplemente por la expresividad de nuestro rostro. Sin embargo, debemos ser conscientes de que tarde o temprano hay que poner remedio a esas pequeñas marcas que pueden llegar a resultar bastante preocupantes para muchas personas, ya que suelen ser las arrugas que más envejecen y para la que se hace necesario una crema eficaz y específica para poder combatirlas.
El principal indicativo para saber cuando debemos comenzar a aplicarnos una crema antiarruga es a partir de observar, generalmente a partir de los 30 años, que nuestra piel alrededor de los ojos se ha vuelto bastante más fina y sensible que antes. Lo primero que pasa por nuestra cabeza, intentando evitar el problema es que debemos sonreir menos, procurar no sorprendernos demasiado e incluso, si es posible, parpadear menos. Sin embargo, hay que ser consciente de que nada, y menos unas simples arrugas, deben cambiar nuestro carácter y nuestra expresión, ya que una buena crema antiarruga puede al menos paliar en gran medida esta anomalía.
Las cremas antiarrugas se aplican simplemente dando unos pequeños toques sobre las patas de gallo. Intentemos no restregarla en grandes cantidades por la piel, ya que ésta necesita ir absorbiendo poco a poco el producto para que resulte lo más eficaz posible.
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